Nine Senses Guest House

Contratamos una habitación doble con baño privado, desayuno y limpieza diarios para dos semanas. Aparte de deficiencias en la habitación y baño (lo principal, se colapsaba el agua de la ducha y se salía el agua) no proporcionaron el servicio de limpieza diaria contratada. Protestando al propietario, Paulo, conseguimos que entraran tres vecess en siete días, pero no limpiaron ninguna, ni siquiera para sacar la basura. Solo nos cambiaron las toallas y sábanas en una de ellas. Tuvimos que hablar con el intermedioario (Booking) para conseguir que el propietario nos devolviera el resto de la estancia y poder irnos, interrumpiendo abruptamente nuestras vacaciones.Ante nuestras protestas, el propietario, muy amable, nos explicó que ese servicio solo lo ofrecía en verano. Como no nos conformamos, apareció un día con un frasco de crema corporal, pero ese gesto no compensa en absoluto la falta de un servicio que pagamos por adelantado y que se agradece más incluso en la playa.Dice que no admite mascotas, y en una semana conté tres perros. Los tres se pasearon por la cocina sin dueño que lo reclamará. Uno incluso impidió con su actitud hostil que pudiera estar cómoda en el patio destartalado que tiene esta casa de huéspedes.Nuestra habitación (Verbena) daba a la recepción, con lo que sí la escoges te expones al ruido de entradas y salidas, conversaciones y demás, aparte del ruido de la carretera de acceso a la localidad de playa y la obra de en frente. Tiene ventana pero estarás a pie de calle, con lo que hay que cerrarla cuando no estés en la habitación, donde se acumula toda la humedad del minúsculo baño, que sólo tiene salida a la propia habitación. Prueba de ello es el moho que acumulan las cortinas de la ventana de la habitación.Se salva el desayuno, que es básico y repetitivo, pero no esperas más en un sitio modesto. Lo que si esperas es respetar los servicios contratados y que no haya presencia de moho evidente ni te digan que levantes tú misma el desagüe de la ducha para limpiar el atasco.En definitiva, el alojamiento no reúne condiciones para hacer confortable una estancia más allá de una o dos noches como máximo.